El espíritu aventurero nos llevó a adentrarnos en un estrecho camino pegadito al mar. bueno, a cierta altura, para asegurar paisajes increibles, que a cada rato queríamos llevarnos al menos en formato digital.
El camino se fue complicando, y cada vez el paisaje era más bello, la soledad más evidente, y nuestra incertidumbre sobre el destino de aquel camino era mayor.
Sin embargo, este coche, es un 4x4, así que le metimos el 4WD, y nos dispusimos a subir por pedregales inverosimiles, seguimos la pista de la izquierda, y tuvimos que retroceder, cogimos la de la derecha, y ya no tenía salida. aparece un señor con una escopeta, y me temo lo peor..., pero es tan sólo un cazador de conejos del lugar.
Le saludamos amablemente, con el respeto que da esa escopeta al hombro, y damos la vuelta para volver disfrutando del mismo paisaje que nos ha traido aquí. La aventura del 4x4 acaba cuando volvemos a ver una carretera asfaltada, y seguimos la ruta de la costa hasta llegar a nuestra casa...
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